¡No Seas Copia, Se Original!

martes, 18 de diciembre de 2012

Yo Decido


Hace tiempo aprendí que amar es una decisión, al igual que perdonar. Personalmente he tenido que trabajar con ambas.  Así que te puedo hablar desde mi corazón.  Si algo te puedo asegurar es que si tú no decides perdonar a quien te hirió o te hizo daño, la más afectada vas a ser tú.

Te voy a hablar de una persona real que conozco la cual llamare María para no divulgar su verdadera identidad.  María tuvo una niñez muy triste. Tuvo que abandonar la escuela y comenzar a trabajar muy jovencita.  Su padre murió joven y su mama tenia un carácter muy fuerte, fue criada básicamente por su abuela.  María creció y se caso, rápidamente se dio cuenta que su matrimonio no funciono y quedo madre soltera.  Para poder sobrevivir tenía que trabajar fuertemente y entrego temporalmente su hija a su mama. La cual nunca pudo recuperar.

María nuevamente se casa y en esta ocasión tuvo mas hijos.  Después de pasar tantas malas experiencias, ella cae en una relación donde el adulterio de su esposo, era el diario vivir.  Ella tenía opciones, como todos las tenemos.  Podía buscar ayuda, podía confrontar a su esposo o podía salir de esa situación.  Pero María decidió quedarse en la situación por el resto de su matrimonio. Al preguntársele a María porque lo hizo, sus respuestas iban desde que voy a ser yo sola, esta casa la compro la mama de mi esposo, como lo voy a sacar, es por mis hijos, etc.

Su matrimonio, si le podemos llamar así, duro aproximadamente 45 años. Físicamente dejaron de ser pareja y emocionalmente ni se diga.  María cumplía con todos los quehaceres del hogar relacionados a su esposo y ya. Solo compartían una casa no un hogar.

Las decisiones de María la convirtieron en una mujer amargada, con baja autoestima y llena de rencor.  Los problemas de su niñez ella no tuvo el control, pero cada decisión que tomo de adulta fue marcando su futuro.  El día de hoy continúa siendo una mujer con baja autoestima, muy criticona, muy exigente, manipuladora y básicamente nunca ha podido decir que es feliz.

No seas otra María, recordemos, nuestro futuro depende de cada decisión que tomemos hoy. 

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